La obra de Domingos Mateus (n. 1961) realmente nos hace cuestionarnos los límites entre figuración y abstracción. En su pintura y obra gráfica, los objetos, elementos reconocibles del mundo que nos rodea, se transforman en figuras cada vez más refinadas de una señal animada de un movimiento interior, creando el efecto general de un lenguaje casi abstracto. Soles, estrellas, hojas, corazones, como ocurre en su más reciente serigrafía, con el título “A Feira da Minha Terra” simplemente parecen levitar en la atmósfera de intenso lirismo que marca su expresión. É que la ley que gobierna este planeta no es el de la gravedad, pero el mismo que preside la gravedad; poesía. A partir de un código que establece el principio de la alegría, según Almada, lo más serio de la vida. Una tonalidad azul, el color de los sueños y la imaginación, se expande en este horizonte encantado, donde la figura del ser humano parece ausente cuando está presente. al fin y al cabo, el verdadero destinatario de esta fiesta que el artista nos ofrece para el puro deleite de nuestra alma y el placer de nuestros sentidos.
Maria João Fernandes
AICA – Asociación Internacional de Críticos de Arte